Pérdida de identidad

Desde relativamente pronto las funciones que como capilla debían realizarse en esta lugar se "relajaron". Y desde que deja de usarse como sala capitular en 1596 el espacio va a perder casi toda su identidad.

A lo largo de todo el siglo XVII los otros usos se adueñarán del espacio. Desde un primer momento como lugar para ensayar el canto. O para pintar las imágenes exentas del nuevo retablo mayor de la catedral que se está montando. O para diversas reuniones con el Consistorio y del propio Consistorio; o recepciones menores; o realización de exámenes.

Renovación total

Con la idea de ennoblecer y dar coherencia a este lugar en 1711 el entonces arzobispo de Burgos Manuel Francisco Navarrete elige este espacio para transformarlo en la sacristía principal de la catedral ya que la que se venía usando originalmente siempre había recibido quejas sobre su frialdad y escasez de luz.

Navarrete, y así queda constatado en la documentación, no va escatimar en gastos para esta su obra catedralicia. Así cambia desde las vidrieras hasta el antiguo suelo enlosado por este de mármol, pizarra y jaspe. Sustituirá la anterior galería de retratos mandándoles pintar de nuevo y completarla. También encargará la puerta actual y ocho espejos encargados a Holanda.

En la pared frontal un nuevo retablo de madera con la imagen de santa Catalina en lo alto, preserva su condición de capilla y altar. Integrada con este retablo la gran cajonera va a sustituir a la sillería corrida, en la misma medida que la nueva función como sacristía sustituirá a la de sala capitular.

Sacristía o Sacristías

Lo más probable es que una catedral grande tuviera doble sacristía. Una parte como revestuario y otra para guardar los objetos del uso litúrgico. Eso podría explicar porqué 50 años más tarde, aún estando concluida esta sacristía en santa Catalina, se reconstruye la vieja para seguir usándola hasta hoy.

Se termina en la paradoja de denominarse como sacristía nueva frente a la original, a ser conocida como sacristía del claustro alto para diferenciarse cuando ambas están en uso, y para terminar refiriéndose a ella como sacristía vieja cuando la original fue rehecha.