Literatura en la futura sala capitular

En cada una de las ménsulas desde las que nacen las columnas que terminan dibujando la bóveda se representa una escena no religiosa. Técnica y estéticamente homogéneas y sin un aparente discurso lineal se pueden relacionar con los libros de relatos sobre damas y caballeros que habían empezado a circular por los salones de la alta vida cortesana europea.

Sorprende encontrar esta temática civil/cortesana, lúdica, terrenal, dentro de un espacio, que aunque se crea como sala para las reuniones del cabildo, no deja de ser un ámbito netamente religioso, además de privado.

Se escenifican los momentos claves en la formación del caballero protagonista de este tipo de literatura fundamentalmente los relacionados con el valor y el amor cortés.

El roman courtois

El arte del amor, amor cortés, ya presente desde mediados del s.XII en los relatos de la nobleza europea, marca el guión en el aprendizaje amoroso del personaje del caballero feudal y de la dama.

Así están los encuentros con la dama al que el se ofrece en analogía con las relaciones de vasallaje reales de la edad media. Estas escenas siempre compartidas con los séquitos de cada uno de los protagonista indicando su posición social, y ubicadas en la naturaleza señalando su clandestinidad e instinto natural.

Cantares de Gesta

De gran tradición caballeresca que derivaron en los posteriores libros de caballería, cubren la parte valerosa y entregada del caballero feudal a la defensa y la lucha. Algunos de estos motivos se incorporan a los relatos de amor para transmitir una imagen más completa del señor feudal además de la de amante.

También relacionado con lo salvaje representado en la naturaleza se presentan escenas de lucha con animales con una cierta carga simbólica. Vestido de armadura y a caballo, ejerciendo de caballero, lucha abiertamente en batalla contra el poderoso león. Vestido de paseo se defiende de un oso que en ciertos casos representa los instintos más animales, más bajos, menos espirituales, del alma humana.

Historias cristianizadas, o no

Se acepta en general que estos trabajos pertenecen a la obra original y se datan entorno a 1340. En ese momento estos temas literarios, que se habían empezado a poner por escrito en el s.XII como con la famosa leyenda de Tristán e Isolda, están siendo reinterpretados en clave cristiana por el clero.

Por otra parte se analiza también un origen más hispánico en este programa de escenas relacionandolas con los cuentos árabes introducidos en la península por al-Ándalus y que derivarían historias como la de Flores y Blancaflor, u otras recogidas por Alfonso X el sabio y Sancho IV en la Gran conquista de Ultramar a finales del s.XIII.

Fernando III y los Nazaríes

La escena se distingue de la temática literaria que se sigue en el resto de capiteles y se inscribe en lo histórico. En esta los bloques de figuras están claramente distinguidas unas con vestimenta nazarí de la época (1340-50) y otros como realeza castellana.

Se la interpreta como la sumisión por parte del reino nazarí de granada ante el reino de Castilla. Alhamar, sultán nazarí acompañado de su séquito besa la mano del rey castellano Fernando III el santo. Esto se produce en el conocido como pacto de Jaén en 1246. El hecho de que Fernando III fuese el promotor de la construcción de esta catedral de Burgos en 1221 podria ser la causa por la que se reserva, 100 después del pacto, uno de los capiteles de esta sala capitular de santa Catalina para representar dicho episodio. O quizás sea una interpretación más actual de este relieve.