La capilla del capítulo

Quince años después de la primera reunión capitular este lugar recibe la fundación de dos capellanías de las cinco que con el tiempo acogerá. A partir de ese momento tendran que cohabitar ambas funciones hasta finales del siglo XVI.

En el acta de la reunión capitular del 25 de agosto de 1374 se explicita que la capilla de santa Catalina es también sala capitular. Quizás existieran dudas entre los canónigos sobre la viabilidad de cumplir con las dos funciones.

... de los Reyes

Sera el rey Enrique II quien provoca que esta sala capitular se convierta también en capilla cuando en 1369 la dota económicamente para desarrollar dos capellanías con encargo de dar misas. Nueve años después lo ratificará su hijo y sucesor Juan I y al año siguente (1380) la propia Catedral confirma esa ordenación de la mano del entonces obispo Domingo de Arroyuelo.

Se oficializa de esta manera el sobrenombre por la que ya se la conocía de capellanía de los reyes. Una denominación que irá cayendo en desuso a lo largo del s.XVI a la par que su funcionalidad litúrgica.

Una mala ubicación

El claustro alto como espacio más privado, más interior, de la vida cotidiana dentro de la catedral, era lo adecuado para una sala capitular de reuniones pero no así para una capilla activa. Las de las naves laterales y cabecera serán más accesibles y atractivas.

Aunque las capellanías se dotan en origen económicamente, con el tiempo los gastos ordinarios se cubren con las limosnas y aportaciones de sus feligreses, o bien por las aportaciones de un patrono definido. Esta capilla no tenía ninguna de las dos cosas.

Sta. Catalina y sta. Catalina

La primera vez que se la menciona como de santa Catalina es en el mencionado documento de 1374. De origen (1316) tan solo era la nueva sala capitular o cabildo nuevo y cuando recibe las primeras fundaciones para capilla (1369) lo será con la denominación de capilla de los reyes.

La capilla de santa Catalina de los Rojas tomará el mismo nombre de Catalina tras ser elegida por María de Leiva, en 1394, como lugar de enterramiento para la familia Rojas. Sin embargo corresponde con la actual capilla de san Juan de Sahagün.