El 22 de diciembre de 2016 se presenta la última restauración en la capilla de santa Catalina. Original de 1316 se mejoró a finales del s.XVI y sobre todo en 1711.
En 1711 el arzobispo Fernando Navarrete la transforma en sacristía mayor de la Catedral. Para ello lleva a cabo la más importante remodelación que ha recibido este espacio.
Casi 150 cuadros pintados en su mayor parte por Nicolás Cuadra a principios del s.XVIII, representan a los obispos y arzobispos de Burgos desde su origen como diócesis de Oca.
Cada una de las ménsulas está decorada con algún relieve representando una escena más propia de la literatura cortesana de ese mediados del s.XIV que de un lugar religioso. Se aparta de la temática el capitel que se relaciona con la rendición de los nazaríes ante Fernando III.
Ser capilla no fue la idea original por la que se construyó este espacio, ni será su función principal a lo largo de su historia. Sin embargo pronto (1369) recibió dos capellanías y altares por mandato del rey Enrique II de Castilla.
El acuerdo de 1316 entre el obispo Hinojosa y el cabildo comprendía la compra de unas viejas casas adosadas al muro del claustro para ahí levantar una nueva sala capitular. Durante más de 240 años esta será su función principal.