En el centro de la catedral
El 21 de julio de 1921 se depositan en el centro de la Catedral de Burgos los restos oficiales del Cid Campeador junto con los de su esposa doña Jimena, dentro de las conmemoraciones por el 700° Aniversario del inicio de la construcción de la Catedral.
Una sencilla lápida
Tres losas de jaspe rojizo conforman una homogénea lápida de tres metros de largo y uno noventa de ancho. En letras doradas una inscripción que Menéndez Pidal creó ex profeso y en un latín modernizado, nos señala que están allí enterrado; Rodrigo Díaz Campidoctor
, el que en buena hora nació; y su mujer Jimena, de regia estirpe nacida.
Que vuelva a descansar en paz
Con esa decisión la ciudad de Burgos busca asentar un digno enterramiento a unos restos que, desde el expolio de su sepulcro en san Pedro de Cardeña a finales de 1808, andan divididos y en parte dispersos incluso por Europa.
Con todos los honores
En las crónicas de los periódicos de aquel día se relata el traslado de los restos del Cid desde las Casas Consistoriales a la catedral. Toda una ceremonia civil/religiosa con pompa y solemnidad a lo largo del corto trayecto y cerrada con misa de réquiem y sepultura.
De la importancia que se le dio al acontecimiento es reflejo la comitiva de autoridades que participaron activamente en el. Desde la corona con el propio rey Alfonso XIII, la reina Victoria y el infante Fernando; al ámbito religioso con los obispos de Burgos y Valencia junto con un nuncio del Papa; a ministros del gobierno; y autoridades locales.