la capilla del Cid

Su denominación real es capilla de san Sisebuto. Se ubica en el monasterio de san Pedro de Cardeña y en su centro se encuentra el mausoleo con las imágenes yacentes de Rodrigo Díaz y doña Jimena donde se custodiaron sus cuerpos hasta el expolio de la tumba en 1808 primero, y después, con los restos que se recuperaron, hasta la desamortización de 1835.

Esta capilla se había construido en 1736 expresamente para acoger la tumba que, salvo algunos cambios en el tiempo, ocupaba el centro de la iglesia del monasterio.

Monasterio de san Pedro de Cardeña

Está situado a unos 10 Km. al este de Burgos. Como centro benedictino fue un foco de actividad y desarrollo poblacional en esta zona, junto con otros cenobios como Silos o Arlanza, cuando se conforma Burgos como ciudad en el siglo IX.

Este tipo de comunidades decayeron mucho en torno al siglo XIII frente a los nuevos tipos de órdenes medicantes. En ese momento intentan reivindicarse y en el caso de Cardeña lo harán publicitando su relación con el personaje más popular que custodiaban, el Cid Campeador. De su scriptorium saldrá entonces La Leyenda de Cardeña.

La Leyenda de Cardeña

Para levantar la imagen y el consecuente aislamiento socio/político de esta comunidad monacal optarán por potenciar lo más insigne que tienen. Más allá de conservar el cuerpo del Cid desde que, circunstancialmente, Jimena lo trajese de Valencia en 1102, ahora buscarán relacionar directamente la vida y hechos de Rodrigo para con el monasterio. Una relación que todo indica que nunca existió.

Para ello se valdrán de la mejor herramienta que poseen, la escritura. Recogen la imaginería y mitología que se han ido gestando a lo largo del siglo XII sobre la figura del don Rodrigo, a la que ellos han contribuido activamente, y que culmina en el Poema del Mio Cid. Para reescribir su propia versión enfatizando los aspectos cristianos del personaje y sobre todo su predilección por el monasterio de Cardeña donde su supuesto testamento mandaría ser enterrado. También Jimena enraizada con el monasterio al pasar aquí los años del destierro y encargarse de traer el cuerpo de don Rodrigo desde Valencia.

El hecho de que más avanzado el siglo XIII Alfonso X incluyese este texto en su Primera Crónica General de España lo dotó de cierta oficialidad y favoreció su difusión futura.

Rodrigo, Jimena y Cardeña

La realidad en la relación del matrimonio de don Rodrigo y doña Jimena con el monasterio de Cardeña será distinta.

En vida don Rodrigo Díaz no consta documentación que le relacione directamente con el monasterio de Cardeña, y doña Jimena parece que tampoco la tuviera antes de recalar allí con el cuerpo del Cid tras huir de Valencia.

Lo más probable es que fuese enterrado en la catedral de Valencia y que ese fuese su deseo. Sin embargo, tres años después de su muerte, Jimena tiene que exhumarlo y trasladarlo hacia Castilla al tener que rendir Valencia. Que recayera en Cardeña sería por ser el foco religioso con un cierto empaque en el entorno más cercano a la ciudad de Burgos en ese momento.